Los hechos ocurrieron en una escuela en Brasil, concretamente la Escuela Profesor Raul Brasil, en Suzano, São Paulo, cuando dos jóvenes encapuchados -Luiz de Castro, de 25 años, y Guilherme Monteiro, de 17- dispararon contra los estudiantes y dos funcionarios escolares durante un descanso entre las clases y luego se habrían suicidado. El saldo es 5 niños muertos, 3 adultos muertos y 9 heridos, más el suicidio de los dos atacantes.
En otro incidente y en el día de hoy, Un hombre armado entró a una mezquita en la localidad neozelandesa de Christchurch, disparó contra los feligreses y transmitió toda la masacre a través de su cuenta en una red social. Al mismo tiempo, hubo un segundo ataque en otro centro religioso de la zona. El comisionado de la policía, Mike Bush, confirmó que, entre ambos hechos, se registraron al menos 49 víctimas fatales y más de 40 heridos, entre ellos chicos.
Crímenes salvajes e incomprensibles, aún desde la perspectiva del más distorsionado y retorcido fanatismo. Conductas humanas inexplicables que ponen en duda las condiciones de inteligentes y de humanos en los hombres.
Conductas humanas que ni siquiera la pérdida de la razón logran dar la más mínima explicación, desgarros en el hombre como especie que pone en duda la real evolución de la raza en el contexto universal.
¿Hay castigo para estos hechos?, ¿Hay arrepentimiento?, ¿Alguien en su sano juicio puede mirar a un niño a los ojos y en un disparo certero arrebatarle la vida?, ¿Cómo pensar tal irracional violencia sin sentir nauseas, tristeza y frustración?
¿Qué es el hombre, que es capaz de hechos semejantes?, ¿Realmente pensamos que somos herederos afortunados de millones de años de evolución?
La mayor parte son preguntas sin respuestas y tal vez el doloroso silencio sea la mejor forma de repensarnos como seres humanos.
INACO
