La Corrupción…, el apocalipsis de los pueblos

Corrupción…, esa enferma inmoralidad.

En tiempos modernos y más en la actualidad, la palabra corrupción está de moda y yo diría que está en boca de todos incluyendo los corruptos.

La palabra corrupción deriva del vocablo corruptio, que a su vez se encuentra formado por los siguientes elementos: el prefijo “co” que significa junto, el verbo”rumpere” que podemos traducirlo como “romper o hacer pedazos”, y la terminación “tio” que equivale a la palabra efecto. Puede interpretarse entonces que corrupción es la acción que trae como efecto hacer pedazos algo. También podemos decir de aquellas acciones que perjudican el bien común, de forma pública o privada, por acción individual o colectiva.

Estas acciones pueden ser muchas y de distinta naturaleza, entre ellas tenemos: depravar, echar a perder, pervertir, dañar, defraudar, robar, estafar, perjudicar, etc.…

 Todos estos términos se encuentran comprendidos dentro de la palabra corrupción, con una única condición denominativa, “la voluntad de hacerlo”. Esa premeditación, planificación e intencionalidad, es la que le da la dimensión y el carácter de “corrupto”.

corruptos en todos los niveles…

La corrupción no es propia de los siglos XX o XXI, en realidad esta nace con el hombre y sus primeras organizaciones sociales. Pero lo que sí es constante, al menos en la mayoría de las sociedades, es el incremento y los grados de perversión que puede alcanzar.

Llama la atención que al hablar de corrupción, siempre la identificamos fácilmente en el otro, más comúnmente en políticos de turno de alguna democracia mediocre y no tanto. Pero difícilmente nos paremos frente a un espejo y reconozcamos en nosotros la corrupción.

Pero si nos quedamos con el dinero de alguien por mínimo que sea, somos corruptos, si mentimos en beneficio propio, tomamos ventaja de alguna situación en perjuicio de un semejante, o no cumplimos con nuestras obligaciones laborales, o avasallamos a un anciano, o corrompemos a los niños, o no respetamos al semejante, también si aceptamos coimas o coimeamos a alguien, etc… (por ejemplo), somos corruptos. Enunciar los casos de corrupción en los que incurrimos diariamente sería muy largo.

Baste con decir que todos y constantemente, nos enfrentamos a realizar acciones que si no son resueltas bajo la lupa de la ética, la verdad y la moral pública propia de la sociedad en la que nos desenvolvemos, somos corruptos.

¿Creemos que solo los políticos, los gobernantes, empresarios, industriales y jueces, pueden ser corruptos? ¿De dónde salen y de donde son elegidos estos funcionarios y empresarios que los denominamos corruptos?, pues todos, absolutamente todos salen de la misma sociedad que formamos parte, esta misma sociedad que se queja de tener gobiernos, empresarios, jueces, fiscales y tantos otros corruptos.

Creo que es hora de mirarnos al espejo todos y juntos gritar, BASTA!!!!

Nunca saldremos adelante como sociedad mientras no realicemos un cambio estructural de idiosincrasia en nuestra sociedad corrompida. Dicen que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, entonces para merecer un gobierno sano, una justicia sana, un estado sano, debemos empezar por ser sanos cada uno de nosotros como ciudadanos y como sociedad.

Sino seremos una sociedad condenada y siempre mediocre…,  para pensarlo.

INACO

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