«La grieta la construyen los ignorantes y fanáticos,
la padece el Pueblo y mas aun los mas vulnerables.
Ambos, ignorantes y fanáticos, no sienten
el menor amor por el suelo argentino».
Inaco
La República Argentina ha atravesado en los últimos años un tiempo de discrepancias sociales exacerbadas, con complicidades y la explotación por parte de algunos sectores de poder. La grieta solo ha traído caos, odio y enemistades y ha afectado todo tipo de relaciones, desde amistades a familias enteras.
La gente en un considerable número, toma partido por algún lado de esta grieta social abierta en argentina y automáticamente es como si el cartel de enemigo brillara en la frente del adversario. De esta manera el que piensa diferente pasa a ser odiado, separado, discriminado, subestimado y condenado. Respeto y tolerancia no son vocablos conocidos.
Quiero hacer un análisis profundo de este fenómeno sociológico argentino llamado grieta. Esta lineas, por lo tanto, solo expresan el pensamiento de un hombre nacido en este suelo que ama a su Patria y no quiere ni pretende ser el pensar de los 44.000.000 de argentinos.
Voy a hablar con mucho respeto de tiempos Kirchneristas y Macristas, haciendo la salvedad que nada tiene que ver con decisiones políticas o medidas de gobierno alguno que se haya tomado. Tampoco quiere o propicia la justificación de uno ni la crucifixión del otro y dejo totalmente de lado mis propias convicciones políticas a tal efecto.
Los argentinos somos proclives a ser extremistas y tomar determinadas posturas con liviana facilidad aun entendiendo poco o nada de un determinado tema. Desde la historia se me ocurre pensar en “Morenistas y Saavedristas”, “Unitarios y Federales”, “Radicales y Conservadores”, “Peronistas y Antiperonistas Conservadores”, “Peronistas y Radicales”, “Kirchneristas y Macristas” y tantas otras antinomias que nos marcaron y dejaron profundas heridas en el Ser Argentino.
El Espíritu Argentino es pasional, y eso se agrava con el hecho de que aunque nunca fuimos monárquicos, si fuimos y somos muy caudillistas. Donde vemos firmeza, carisma y decisión, con un semiproyecto y un montón de palabras bonitas, ahí va nuestra fe y esperanza de un futuro mejor con una creencia dogmática casi religiosa.
Desde comienzos del siglo XXI, surge la imagen política de Nestor Kirchner, de alta figura y convicciones fuertes, llega a la Presidencia de la Nación con solo el 22% de los votos, pero rápidamente mediante trabajo y políticas acertadas, supo capitalizar buena parte del pueblo argentino y se retiró de la presidencia con el 54% de imagen positiva.
Le sucedió la Dra Cristina Fernandez de Kirchner y el Ingeniero Mauricio Macri. entre uno y otro a mediados de la segunda década del siglo XXI, fue ganando el agravio, las calumnias, los rencores y el odio anidó en el corazón de los adeptos a una u otra vertiente. En el medio quedó la gente de a pié, los pobres, los mas vulnerables, los que venían con poco y se quedaron con nada.
En este tiempo comenzó y aún perdura: «si piensas como yo somos amigos y sino eres el enemigo», odio y violencia, desprecio y discriminación. Esto es Argentina Siglo XXI
En un principio esta grieta fue capitalizada por una derecha neoliberal y una fracción del radicalismo y alguna otra polémica política, verborrágica y frustrada de estos tiempos.
la intolerancia…
Pero la derecha no estuvo solo en esta empresa, mas bien fue beneficiaria de la gran campaña de odio que sembraron los medios hegemónicos como el grupo Clarín, al ver sus intereses comprometidos con la famosa «ley de medios» y cuando el odio se fomenta desde la prensa, la ignorancia encuentra la forma para contaminar el corazón de la gente.
Pero también todos fuimos culpables, todos tenemos como argentinos alguna cuota de responsabilidad en estos tiempos.
¿Que debe pesar mas, el odio o los millones de «pobres que hoy no tienen un plato de comida en la mesa»?, ¿Quienes importan mas, LOS DESOCUPADOS O LOS QUE GANAN MILLONES EN LA TIMBA FINANCIERA?
INACO
Trasímaco
