(PARTE I)
Veo todos los días la desazón de la gente, la desilusión marca sus ojos y el desánimo se apodera de cada uno de los argentinos, ¿qué nos está pasando?, ¿por qué tanta tristeza?, ¿por qué la desesperanza?, ¿por qué parece que el buen humor popular es un aletargado recuerdo de otros tiempos?
Indudablemente la situación económica actual es responsable de las abultadas tazas de pobreza, la desigualdad social es cada vez mas marcada y los ricos son menos pero cada vez mas ricos y los pobres son cada vez mas y mas pobres.
El gobierno se preocupa por resaltar errores pasados para minimizar los propios (como se hizo en otros tiempos), y echa la culpa a la herencia recibida de su predecesor por todas las calamidades. No ve o no quiere ver, que los pobres son mas cada día, que la desocupación aumenta, que el endeudamiento es tan alto como nunca se vio en nuestro país y que ese endeudamiento no sirve para aumentar el bienestar del pueblo y menos para asegurar su futuro.
Argentina se endeuda todos los días, antes los bonos LEBAC y hoy las LELIC de tasas astronómicas y gran atractivo para bancos y para la bicicleta financiera, los capitales ociosos y especulativos están desangrando el país con la mirada cuanto menos, cómplice del estado representado en su Gobierno.
Esto parece mas que políticas económicas, una complicidad del estado en favor de unos pocos. Se ajusta a los jubilados, se les retiraron descuentos en medicamentos, también se retiraron pensiones por discapacidad, etc.. , ¿estas son políticas sociales?.
Festejan el aumento del 46% en las AUH (asignación universal por hijo), ¿eso es un progreso?, ¿a eso el Gobierno lo considera logro?, no se dan cuenta, que si hay mas subsidios es por el aumento de la inflación y de la desocupación en la Argentina. La industria está parada, el consumo es muy escaso y la gente cada día está peor. ¿Dónde están los logros señores?, endeudaron el país y no sirve de nada porque tampoco les alcanzará con eso par hacer frente a los compromisos y a la caída de la economía. No saben que hacer y viven en una burbuja sacada de Alicia en el país de las maravillas, en tanto el argentino de a pié, sufre todos los días en carne propia, la crueldad de las carencias y las mentiras del Gobierno de que estamos mejor.
Tristeza ante la vista de un país corrompido, pero este análisis amerita una segunda parte, porque este artículo podría finalizar con una pregunta…
NOS MINTIERON Y NOS SIGUE MINTIENDO, ¿CREEN QUE LA GENTE ES TONTA?
INACO
