Qué Queremos los Argentinos…

“Lograr el bienestar de la Patria es la cúspide de la felicidad humana.”

Francisco de Miranda
Nuestra querida Patria

Difícil escribir en pocas palabras el verdadero significado de la palabra “Crisis”. Argentina vive en el ocaso del 2023 y en vísperas del 2024, una de las peores situaciones económicas y sociales que ha vivido a lo largo de su historia.

¿Cómo llegamos a este punto? ¿Qué sucedió en Argentina a lo largo de su historia? Mucho pasó y en variedad para todos los gustos. La mejor descripción tal vez la haga el tango “Cambalache”, o sea la Biblia llora junto al Calefón.

La Patria, dicho de modo más pragmático, está atestada de tiempos donde la conducción y demás funciónes gubernamentales se desempeñaron entre corruptos, ladrones, inútiles, pusilánimes y estos príncipes del peculado se alternaron con gobiernos militares, tan corruptos y ladrones como los primeros.

Muchas son las causas de la calidad de gobernantes que ha tenido y tiene Argentina, la idiosincrasia del pueblo argentino (y este es mi pensamiento), es eminentemente caudillista y somos apasionados casi al extremo del fanatismo.

Históricamente los argentinos nos debatimos entre morenistas y saavedristas, federales y unitarios, Capital y Provincias, conservadores y radicales, radicales y peronistas, peronistas y neoliberales y últimamente peronistas moderados y anarco-capitalistas (vestidos de liberales).

Lo peor lo sintetiza la grieta social existente y profundizada en los últimos 20 años. Es increíble, para ambos lados la grieta es culpa de los de la vereda de en frente o sea los que estan del otro lado de la grieta. Si no se  piensa como ellos son de la vereda de en frente y por ende “sos el enemigo”.

Ambos lados de la grieta piensan igual y en esto se parecen. Les consideran imposible que uno sea librepensador y no esté ni de un lado ni del otro de la famosa grieta. Yo, y hablo por mi persona física, psíquica, espiritual y social, no estoy en ningún lado de la grieta social argentina. Señores, me defino y declaro LIBREPENSADOR!, orejano si se quiere y jamas me van a arriar como ganado a ningún lado.

En tanto los Alí Babá y los 40 ladrones de turno siguen haciendo destrozos en la trama social, sesgando a la tan vapuleada clase media. De la clase mas baja o menos pudiente, ni pensemos porque mortifica el alma.

Hoy la Nación tiene un “Mega DNU” a punto de entrar en vigencia (cuando leas estas lineas tal vez esté en vigor o ya haya sido derogado, vaya uno a saber), que hace del Presidente poco menos que un monarca, pasando por encima al Congreso, a la Justicia, a la Constitución y por sobre todo al pueblo argentino. Son tiempos agitados en la política nacional. Lo que no se comprendió es lo que en realidad votó la gente.

¿Qué votó la Gente? ¿Qué quieren los argentinos?

Terminar con la corrupción en la República, terminar con la política de la dádiva eterna, del robo, de los planes sociales, el cotrabando en las fronteras, terminar con la delincuencia y con cuanto subsidio corrupto hubiera. Queremos que se privilegie el trabajo honesto y en blanco. Debemos favorecer el desarrollo de la industria nacional y la capacitación adecuada de sus ciudadanos.

No se votó dejar sin amparo a los viejos y desposeídos, se votó que los viejos sean protegidos, que los niños estén bien alimentados y los desposeídos sean amparados con justicia. Se eligió privilegiar la cultura del trabajo, tratando de reinsertar a los desocupados al mercado laboral.

Libertad sin Justicia Social no puede existir (es solo una quimera) y por el contrario, Justicia Social sin Libertad es solo un sueño. Hoy se ha instalado la idea de que Justicia Social es sinónimo de Aberración.

Señores, sin Justicia Social solo existe el despotismo que lo marcará un monarca, un Sr. Feudal, un dictador o un Poderoso capitalista, como quiera que se llame.

La Justicia Social no equivale a regalar todo y menos la demagógica dádiva de los políticos que cambian bolsones por votos. Por el contrario es dar a cada quien lo que le corresponde según su trabajo, esfuerzo, deseos de progreso y capacitación.

La ayuda social es eso, es una ayuda momentánea. Son casos aislados donde aquellos ciudadanos que sufrieron algún siniestro, catástrofe, o pasan por una etapa de desempleo o impedimento laboral, sean auxiliados en forma transitoria y justa por el Estado, hasta salvar ese tiempo.

Jamás la Justicia Social se viste de eternos planes y limosneros bolsones de punteros políticos que arteramente dañan el verdadero espíritu de las ayudas sociales.

Por eso señores políticos no se confundan, No queremos que rifen, vendan y despedacen nuestro país, no, todo lo contrario, queremos un país donde se pueda trabajar y llegar a fin de mes, donde los niños estén en las escuelas, la universidades estén al alcance de todos y se preparen ciudadanos con oficios que construyan un país diferente. Necesitamos un país sin corrupción y sin planeros (personas que reciben uno o más planes sociales y cronifican una situación de vagancia que se hace familiar y sempiterna en el tiempo).

Pero no nos olvidemos de nuestros ancianos jubilados (no me refiero precisamente a los jubilados de 40 años de edad, que hay bastantes), tampoco dejemos de lado a aquellos argentinos que no pueden producir por discapacidades o incapacidades diversas y que en realidad ameritan una ayuda del Estado. En estos casos como en muchos otros necesitamos un estado presente.

Nos hace falta un país que centre su mirada en el hombre, que tenga una visión humanista y no que piense en corruptos negociados y tráfico de influencias a cambio de dádivas espurias. Patriotas, señores, estamos sedientos de verdaderos Patriotas.

No queremos que regalen por precios irrisorios nuestras tierras o sea nuestra Patria y que nuestras bellezas una a una, queden en manos extranjeras. Los grandes y poderosos tienen la insaciable necesidad de tomarlo todo por casi nada. Recuerden que la nación no es de ustedes, señores, la Argentina es de todos los argentinos, de los que vivieron, de los que viven y de los que vivirán.

Deseamos seguridad y a los delincuentes presos (sin salidas anticipadas) y por mucho tiempo, necesitamos penas duras y completas para los malhechores. Pretendemos que los encerrados tras las rejas, sean los ladrones, asesinos, corruptos y demás fasinerosos que anden sueltos y no que los aislados con rejas y seguridad sean las personas honestas en sus casas.

Ambicionamos ver una Justicia que funcione y no títeres laderos de políticos de turno. Pretendemos un Congreso trabajando y no cámaras inútiles que solo estén a favor o en contra de gobiernos entrometidos, mal gastando el dinero de los contribuyentes.

Queremos los impuestos justos y no el abusivo rosario de impuestos corruptos, anacrónicos y distorsivos que tenemos en la actualidad. ¿Se comprende que es lo queremos?

DIGNIDAD, muchachos y muchachas, DIGNIDAD.

BASTA…, en verdad BASTA.

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